Hace unas semanas me hice con tres lápices Tombow Dual Brush que venía persiguiendo hace tiempo. Había visto en infinidad de videos, fotos y publicaciones lo geniales que son y su gran variedad de colores.

Los Tombow Dual Brush Pen son marcadores acuarelables con una variedad de 96 colores. Tienen dos puntas, una tipo pincel y una tipo plumón.



La punta que más utilizo es a tipo pincel, especialmente para pintar los dibujos con que decoro mi Bullet Journal y para hacer lettering, que fue la instancia en que los probé.


Funcionan bastante bien, no se corren ni se pasan a la siguiente hoja impidiendo hacer cualquier cosa del otro lado, y la tinta permite hacer sombreado por capas.


Al usar un pincel para acuarela la tinta se esparce bastante bien, aunque (obviamente) en un papel que no tenga el gramaje adecuado y al usar una mayor cantidad de agua, la hoja hace pliegues y aparecen grumos en el color. Pero la verdad creo que, con la cantidad adecuada de agua, es posible utilizarlo en hojas de bajo gramaje, al menos para rellenar pequeñas áreas o detalles, y no queda del todo mal.


Utilizando papel de acuarela de al menos 300 de gramaje, por supuesto, funciona mucho mejor, ya que está pensado para ser utilizado con éstos materiales. No hay grumos y la tinta fluye sin problemas. Sin embargo, siento que al ser utilizados de ésta forma el color pierde bastante intensidad, al menos al utilizar el agua después de pintar una zona, aunque muy posiblemente es porque aún estoy acostumbrándome y experimentando con ellos (y, además, no suele ir muy bien cuando probamos nuevos materiales sino hasta un par de intentos después, teniendo mayor control, hehe).

Si bien de momento no me parecen el material más cómodo para pintar en acuarela por simple gusto personal, sí que me dejaron bastante contenta y probablemente conseguiré más colores. Ambas puntas son bastante cómodas, siéndolo especialmente la tipo pincel para pintar o hacer lettering.

Con todo ésto, han pasado a formar parte de mi estuche de uso diario.

¡Nos vemos!

¡Qué tal!

Hace poco me hice con ésta Leuchtturm1917 de hojas punteadas, y comencé a dibujar en ella el mes de diciembre cuando a penas estábamos a inicios de noviembre, pero ¡por fin puedo usarla!

Diciembre es mi primer mes libre una vez finalizadas las clases y lo relaciono mucho con la playa, la luz y el movimiento, por lo que quise decorar con éste tema en lugar de hacer algo relacionado con la navidad. Lo veo mucho más refrescante y vivo, lo que asimilo mucho a las vacaciones.

A la derecha de la portada del mes, está mi vista mensual, mis goals y eventos, acompañados de dibujos de distintos tipos de conchitas a las que dí color utilizando el 873 de los Tombow Dual Brush Pen.


Al otro lado están mi master list, mis favoritos del mes y un espacio para ir contabilizando los capítulos de las series que estoy viendo, que son Game of Thrones y Jigoku Shoujo Futakomori, y el libro y manga que planeo terminar éste mes en que ya estoy libre del estudio, After Dark de Haruki Murakami y Death Note de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata.

Hice carteles negros para los títulos escritos con lápiz de tinta blanca, bordes pintados y conchitas en naranja suave.

Tras mis colecciones, están mis trackers de ánimo y hábitos, el primero hecho de modo que se vaya formando un gráfico y el segundo de forma en que se rellenen cuadrados de colores para cada actividad realizada. Decoré la parte inferior de mi mood tracker con un sticker con el diseño de Howl y Sophie de El castillo Ambulante, de Studio Ghibli.


Finalmente está mi vista semanal. En el borde izquierdo, a un lado de los espacios para los primeros cuatro días de la semana, está mi lista general de cosas por hacer durante la semana, un sticker con la frase "Happiness looks georgeous on you" y un pequeño calendario señalando la semana del mes a la que corresponde la vista. En el borde derecho, junto a los tres últimos días de la semana, están mis goals semanales decorados con otro sticker, un espacio para escribir las cosas que me hayan hecho feliz esos días y, en la parte inferior de la página, el espacio para lo ideas o planes para el blog.
Utilicé carteles en negro y títulos en blanco para todo lo anexo a los días, los que remarqué en naranjo suave, y conchitas pintadas con el mismo tono.

Me gustó mucho el resultado final ¡y estaba muriendo por finalmente usarlo!

¡Nos vemos!

¡Qué tal! :)

Hace un par de semanas me hice con una libreta que venía mirando en su sitio web con ojitos de amor desde hace bastante, aunque su precio me hacía dudar en si comprarla o no. Finalmente, y después de darle varias vueltas al asunto, decidí comprarla para utilizarla como mi nuevo Bullet Journal y me tiene completamente enamorada.

La libreta es una Leuchtturm 1917 de 249 hojas punteadas en negro, con elástico y dos cintas para marcar página.

Al otro lado trae tres planas de espacio para hacer el índice del contenido de la libreta. De momento solo he hecho las páginas que quiero mantener antes de la vista de cada mes: claves, calendario anual, lista de cumpleaños, cosas que me inspiran y cosas que quiero hacer.


Luego del índice comienzan las páginas punteadas libres para llenar. En la primera hice la página con mis claves, decorándola en la parte inferior derecha con hojas que decidí no pintar.


Luego está mi calendario anual 2018 en la parte superior de ambas páginas y, en la inferior, mi espacio para la lista de cumpleaños decorada con las mismas hojas que dibujé en la página anterior.


Al otro lado, en la página de la izquierda, están los espacios designados para anotar las cosas que me inspiran y las cosas que quiero hacer, decorada con un dibujo de vegetación al que hice las sombras punteadas, que también decidí no pintar. En la página de la derecha decidí recrear mi espacio dedicado al Daruma, acompañado de mi propósito a cumplir,que había hecho en mi bujo anterior al que también dediqué una entrada. Estoy pensando en pintarlo, aunque también me gusta mucho como se ve solo en tinta. De momento es lo último que he hecho, ya que al otro lado planeo empezar mi vista mensual de diciembre, mes en que planeo comenzar a usar éste bujo.


Respecto a las páginas, ésta libreta, como mencioné al principio, es de hojas punteadas, lo que la hace ideal para ser usada como Bullet Journal, ya que es más fácil y más cómodo dibujar y escribir teniendo una guía que no opaque lo que vayamos a hacer. En la esquina inferior de cada página tiene también la numeración de ésta para ir directamente al índice a completar el contenido fácilmente.

En cuanto al grosor, son hojas bastante delgadas a mi parecer, pero a la vez con un inesperado aguante. No considero que la tinta se traspase tanto como para quedar feo o como para que la tinta de una página distraiga de los dibujos del otro lado. También quité una de las últimas páginas y probé utilizar acuarela, y funcionó bastante bien (desde luego, solo mojando el pincel lo suficiente como para liberar el color, si se usara un exceso de agua la página haría pliegues y probablemente se pasaría a la siguiente, pues la acuarela requiere de un gramaje alto). Estando húmeda la hoja, como es de esperarse, hace pliegues un poco, pero al secarse me parece que queda bastante bien, tanto para pintar un dibujo como para escribir sobre la zona pintada.




La libreta trae consigo una tarjeta de agradecimiento por adquirir el producto y auto adhesivos para señalar su contenido una vez que este se complete y requiera ser archivado.

En la parte interior de la contra portada trae un sobre para guardar, en mi caso, los auto adhesivos mencionados, stickers, fotos y post it.


A grandes rasgos, la verdad es que la libreta me dejó bastante contenta (por no decir completamente enamorada). Su tamaño es perfecto para llevar en el bolso, algo que no ocurría con la libreta que usaba antes como bujo. Tiene una buena cantidad de páginas y un diseño que me gusta bastante, por lo que dudo cambiarla por otra. Si bien su precio no es precisamente bajo, pienso que para alguien que quiere una libreta para usar a diario y que busca ciertas características, no es malo darse un gustito e invertir en una buena pieza de papelería que nos haga amar cada momento usándola.

Probablemente, cuando termine este bujo, correré a comprar esta misma libreta para empezar uno nuevo.

¡Nos vemos! :)

¡Que tal!

Desde hace bastante tiempo conozco lo que los muñecos Daruma son y representan. Sin embargo, no fue hasta hace poco que comencé a pensar que sería realmente útil para mí utilizar uno, aunque con variantes.

Estos muñecos son figuras representativas del primer patriarca del Zen, Bodhidharma (en japonés, Daruma), y cumple el papel de ser un amuleto motivador. Sus ojos se utilizan como recordatorio para cumplir propósitos. Cuando éste último se decide, se pinta uno de los ojos del Daruma, generalmente, el derecho. Una vez que el propósito es cumplido, se pinta el ojo restante. Se mantiene a la vista para que pueda cumplir su función de ser un recordatorio y motivación permanente para llegar a cumplir con aquello que nos hemos propuesto.
Los muñecos Daruma, gracias a su forma ovoide, se levantan nuevamente cuando se les empuja. Esto no es al azar, ya que posee cierto significado. El levantarse cuando se le empuja simboliza la perseverancia, algo que debemos poner en práctica permanentemente cuando nos proponemos algo.

Los japoneses suelen regalarse estos muñecos (generalmente de color rojo, aunque los hay variados) para ofrecerle al otro el poder cumplir un propósito, y una vez que cumplen su fin, se suelen llevar al templo para ser quemados como símbolo de agradecimiento.

Es importante que al momento de utilizar este amuleto motivador, escojamos propósitos realistas que puedan conseguirse con trabajo duro. Por ejemplo, aprender un nuevo idioma, aprobar determinadas materias, etc.

Adaptación a mi Bujo

Como no se dónde podría conseguir un muñeco pero quería utilizarlo de igual forma, pensé que no había mejor lugar que mi Bujo para adaptarlo.

Dibujé un muñeco Daruma, con su pupila derecha en negro, y le dediqué una página completa escribiendo abajo el propósito que le asigné, que es aprender a escribir y leer hiragana, el primero de los abecedarios del japonés que pienso estudiar. Planeo escribir al rededor otros pequeños propósitos en negro, pero el escrito en letras doradas es el asignado al Daruma. Para mantener la estética del mes de octubre, decidí dejarlo sin pintar.

Si bien una página en mi bujo no tiene la misma visibilidad que tendría el tener un muñeco Daruma a la vista permanentemente, me pareció que era una buena idea y me acabó gustando el resultado. Después de todo, la idea de utilizar el método Bullet Journal es adaptarlo a las necesidades y gustos personales.

¡Nos vemos!

¡Que tal!

Hace un tiempo me encontré con el método KonMari y me llamó bastante la atención. Siendo alguien cuya naturaleza tiende al caos, me causó curiosidad la existencia de un método de organización tan estructurado como el de Marie Kondo que, si bien no pensaría en utilizar al pie de la letra, creo que tiene postulados muy buenos.

Como mencioné antes, el método KonMari es un método de organización propuesto por la japonesa Marie Kondo. Éste, plantea que mantener el orden en el hogar es más que solo simple orden y limpieza, sino que tiene además importantes implicancias en el bienestar mental.

Entre muchas de las ideas propuestas por Kondo y a grandes rasgos, están el ordenar por categorías y no por lugares, manteniendo en un sitio las cosas relacionadas, por ejemplo, con el aseo personal, y no por "baño, cuarto o cocina".  Seleccionar aquellas cosas que nos hagan felices, que hemos utilizado recientemente y volveremos a utilizar para organizarlas y mantenerlas, y prescindir de aquellas que no cumplan con esas características.

Si bien estas recomendaciones no son malas en absoluto, la verdad es que personalmente me parecen ajenas totalmente a lo que soy, teniendo en cuenta que, como mencioné, soy una persona que por naturaleza tiende al caos. Es por esto último que una organización hogareña tan estructurada escapa a mi esencia, y la verdad es que no siento la necesidad de estructurar cada esquina de mi vida. Cualquiera que entrase a mi espacio pensaría inmediatamente que podría encontrar una gran variedad de animales salvajes debajo de las pequeñas cajas de madera en donde guardo las cosas que uso a diario, o que jamás en la vida podría encontrar algo de necesitarlo, pero la realidad es que, si me pides una tijera, sé exactamente en qué esquina, sobre qué rincón y debajo de qué libros está esa tijera que buscas.

Suelen decirme que un espacio desordenado refleja una mente desordenada, pero la verdad es que siento que mantener un lugar para todo y todo en su lugar no pinta nada ni con mi personalidad ni con quien soy. No planeo poner en práctica el método al pie de la letra (ni siquiera mayormente) porque creo que no tiene sentido creer que "debo" aprender a ordenarme cuando realmente no siento la necesidad de recurrir a un orden estructurado. No me encanta precisamente la idea de "ordenar" solo porque se supone que debo hacerlo, y esforzarme el doble en ello (porque hay personas a las que se les da naturalmente el orden, y no es mi caso) cuando en realidad ni me acomoda ni quiero hacerlo.

Entonces, ¿por qué escribo sobre éste método?  Porque si bien mi "orden alternativo" (como me gusta llamarlo, en lugar de "desorden") no me quita el sueño, si considero que acumulo objetos que ni uso ni usaré jamás, que no me causan felicidad o "alegría" (como dice Kondo) alguna y de las que debería deshacerme, pero porque lo considero positivo para mi propio espacio. Tomando la propuesta de Kondo me parece una buena idea buscar que, aunque "desordenado" para el resto, a donde sea que voltee solo vea cosas que me sirvan, me gusten y me hagan feliz. Pero, más que por gustarme uno de sus postulados, escribo de ello porque lo que en realidad quiero decir es que todos deberíamos sentirnos con la libertad de formar nuestro hogar como queramos, sin ordenar "porque hay que ser ordenado y punto", ni sentirnos culpables por no tener un lugar para cada cosa o angustiarnos en revolver la casa cada vez que tenemos visitas. Si vivimos solos, es la idea que ese sea NUESTRO hogar, y el de nadie más. Si vivimos con más personas, es importante respetar los espacios comunes y ajenos, así como lo es que el resto de las personas respete el nuestro, para que cada uno forje en libertad el sitio en donde existir y crear.

Si bien mi comodidad y opción personal no encaja prácticamente con lo que plantea el método KonMari, me parece que el libro de Marie Kondo puede ser una buena referencia para todo aquel que guste de un espacio bien organizado, siendo la idea que cada uno encuentre aquello que le acomode.

¿Por qué esperar que todos busquemos el orden convencional siempre? ¿Por qué esperar no "ordenar tanto" como deberíamos? La verdad es que todos deberíamos de mantener nuestro espacio del modo en que más nos acomode y como más feliz nos haga, sin importar si este orden encaja o no con aquello que nos han enseñado siempre. Hay que dejar de pensar que los lápices van aquí, la ropa debe doblarse así y los zapatos ordenarse así, y comenzar a pensar que los lápices van donde los encontremos más fácilmente, que la ropa se dobla como queramos y los zapatos se ordenan como se nos antoje.

¡Nos vemos!